Objetivo del ejercicio:
Aprender cómo la estructura de un prompt (instrucción para la IA) influye directamente en la calidad y utilidad de la respuesta generada.
Lee el siguiente prompt mal redactado:
👉 “Dime algo sobre gestión del tiempo.”
Analiza sus debilidades.
Reflexiona brevemente sobre por qué este prompt podría generar una respuesta poco útil. Considera aspectos como:
¿Es demasiado general?
¿Tiene un propósito claro?
¿Define un rol o una audiencia?
¿Pide un formato específico?
Redacta una versión mejorada del prompt.
Usa los siguientes elementos para mejorarlo:
Define un rol para la IA (ej. experto en productividad, coach laboral, consultor).
Establece un propósito claro (ej. resumir técnicas, comparar métodos, dar ejemplos prácticos).
Solicita un formato de salida útil (ej. lista, tabla, plan paso a paso).
Considera una audiencia o contexto específico si aplica.
✅ Ejemplo de prompt mejorado:
👉 “Actúa como un consultor en productividad personal. Explica cinco técnicas efectivas de gestión del tiempo para profesionales que trabajan en oficina híbrida. Presenta cada técnica en una lista con su nombre, descripción breve y un ejemplo práctico de aplicación.”
Ingresa ambos prompts (el original y el mejorado) en una herramienta de IA, como ChatGPT.
Compara las dos respuestas generadas.
Reflexiona y responde las siguientes preguntas:
¿Qué diferencias observas entre ambas respuestas?
¿Cuál es más útil y por qué?
¿Qué aprendiste sobre la forma en que redactamos prompts?
Un nuevo prompt mejorado.
Una comparación crítica entre ambas respuestas.
Una reflexión breve (5 a 8 líneas) sobre el valor de estructurar bien un prompt en contextos profesionales y personales.